Hoy me ha llegado a mi buzón este mensaje, al principio no me lo creía, pero lo he constatado y es real.
Os lo pongo aquí para que vosotros mismos lo leáis y me deis vuestra opinión. Dice así:
Hola a todos:
Os habla la Tierra, o como
vosotros me llamáis “vuestro planeta”.
Vengo escuchando desde hace
tiempo algo que me ha dejado un tanto confusa, voy a ver si puedo explicarme,
lo voy a intentar.
Estáis diciendo que la tierra se
extingue, que no hay planeta “B” y así un montón de cosas incoherentes, al
menos yo así lo percibo, y mirad que tengo años para saber de qué hablo, aunque
creo que aún no estáis preparados para saber la importancia de lo que voy a
explicaros.
Yo, anciana como soy, he pasado,
no por una y mil vicisitudes, sino por muchas más de lo que vuestras cortas
mentes podáis imaginar.
Jamás en mi larga vida, -mucho
más de lo que vuestros científicos aseguran- he dejado de existir, ¿la razón?
Pues es muy sencilla, soy más fuerte de lo que podáis llegar a pensar, puedo
poneros varios ejemplos, así que, vamos a ello:
Esto, si he de ser sincera no lo
recuerdo, pero lo sé de buena tinta que fui creada hace miles de millones de
años, y se me dio un poder que pude poner en practica a lo largo de toda mi
existencia.
Al principio solo era una gran
bola de fuego, pero con el paso de miles de años me fui enfriando, aunque si he de ser sincera, por dentro aún conservo ese fuego primigenio.
Pero a lo que iba, pasé por
momentos de grandes calores, -algo que vosotros no podríais soportar- pero como
dije anteriormente, me fui enfriando, y conseguí que mi epidermis exterior
pudiese calmarse.
Por alguna razón, -que eso sí que
escapa a mi mente-, vi brotar en mi
epidermis externa como se iba poblando, primero de una cosa acuosa, a la que
daremos el nombre de agua.
Después comenzaron a salir
pequeñas criaturas a los que les puse el nombre de microorganismos, ¿suena
raro, verdad?, pues mira por donde, aunque suene raro evolucionaron, y no solo
en el líquido acuoso en el que se encontraban, algunas de estas criaturas se
atrevieron a salir de esa sopa caldosa y siguieron evolucionando.
Unos se convirtieron en reptiles,
otros en alados, otros en mamíferos y los más, en plantas.
A mí como eso no me interfería
para nada, seguí con mi proceso, a lo mío. Unas veces me daba por expulsar el
calor que tenía dentro, otras me dio por enfriarme hasta alcanzar toda mi
superficie, sé que a esas criaturas que habían evolucionado les fastidie, pero
tampoco sé cómo algunas pudieron sobrevivir, y con el paso de los tiempos
volvieron a ser poderosos a lo largo de toda mi epidermis.
En otras ocasiones no fui yo
quien creo desastres, vinieron desde el universo, y he de decir que me sentó
muy mal, ya que horadaron una parte de mi capa protectora y extendieron durante
años unas nubes de polvo y gas que lo cubrían todo.
En otras ocasiones, y gracias al
calor que el Sol irradia hacia mí, ese agua se fue concentrando en unas cosas
que eran muy bonitas, nubes les llamé, pero ah¡¡ solo parecían bonitas, porque
en cuanto se pusieron a descargar toda el agua que habían ido acumulando lo
llenaron todo, me dio bastante lastima, ya que muchos de esos seres y los
vegetales que me cubrían no pudieron resistir tanta agua acumulada, pero se
salvaron los suficientes, con los pocos que eran, no sé cómo se las apañaron,
pero siguieron creciendo y expandiéndose por todos los lugares a pesar de las
dificultades.
Me alegró tanto de no estar tan
sola como al principio, que les proporcioné una buena capa de mi interior para
que pudiesen subsistir, y vaya si lo hicieron, comenzaron a cubrirme de unas
semillas que cosechaban y les daba para comer, algunos más avezados vieron una
gran oportunidad en los animales que poco a poco crecieron y se trasformaron,
dándoles caza y comiendo sus carnes, de esta manera vi con gran satisfacción,
como esas cosas diminutas del principio se pusieron en pie y caminaron por
todos los sitios.
Pero lo que más me agradó es el
detalle que tuvieron conmigo, ¡¡me adoraban!! Me cuidaban con un mimo
exquisito, santificaban los ríos que les proporcionaban agua para beber, las
montañas que hice surgir las veneraban y las cuidaban para que nada les pasase,
incluso con los grandes vegetales que se convirtieron en árboles les amaban,
pero lo que ya me emocionó hasta límites insospechados es que me llamaron ¡¡LA
MADRE TIERRA!!, para ellos yo era su madre, los que les alimentaba y cuidaba, y
así transcurrieron miles de años, todos felices y en gran armonía, aunque de
vez en cuando yo tenía la necesidad de expulsar el calor interno que me
abrasaba, pero me di cuenta que, era más el beneficio que proporcionaba que el
mal, pues una vez mis vómitos ardientes se enfriaban, les ayudaba para seguir
consiguiendo una capa más fértil de lo que tenían.
A fin de no extenderme mucho más
iré concluyendo. Como todos sabéis, esas criaturas que así mismo se llamaron
humanos, fueron aprendiendo innumerables cosas, tantas que se olvidaron de
donde procedían y ya no me cuidaban como sus ancestros, al principio no le di
mucha importancia, creí que se darían cuenta de las atrocidades que estaban
cometiendo, y que volverían a verme como lo que soy, su madre, pero por
desgracia no fue así, me ignoraron a pesar de las advertencias que les iba
enviando y utilizaban toda clase de artilugios inventados por ellos, no creo
que con la idea de que me muriese, -ya que eso es imposible- No les importaba
que los ríos de donde procedía el agua que bebían se contaminasen, ni que el
hielo acumulado en mis polos se fuese fundiendo, haciendo así que el nivel de
lo que llaman Océanos subiese de manera alarmante cubriendo gran parte donde
ellos construían sus casas, tampoco les importó mucho que los vegetales fuesen
muriendo, exterminándolos continuamente talándoles o prendiendo fuegos que los
arrasaban, con todo eso, lo que hacían no solo era anular el oxígeno puro que
respiraban, sino que la mayoría de los animales que cazaban para subsistir,
tanto en el agua como en la superficie se fuesen extinguiendo.
Vi tristemente como entre esos humanos, había infinidad de ellos, por no
decir la mayoría, que hacían oídos sordos y cerraban los ojos, para no ver o
escuchar las llamadas de atención de una minoría que, esos sí que seguían creyendo en mí, y cabe
destacar también que los que menos caso hacían eran unos llamados, -a todo
largo y ancho del planeta- Políticos, que con sus ansias de poder no hacían
caso a nada.
Se inventaron a unos cuantos
personajes en todos los sitios para desviar la atención clamando que estaban a
punto de acabar conmigo, y de ahí nació la palabreja que me dejó totalmente
descolocada, NO HAY PLANETA “B”.
¿Pero de verdad creen que pueden
acabar conmigo? ¿No se dan cuenta que yo sobreviviré y los que se están auto
extinguiendo son ellos?
Durante miles de años, como dije
al principio, sobreviví a muchos avatares, y esto que están haciendo quizá me
cause algunas cicatrices, pero las mías se cerraran, pero vosotros vais camino
al desastre sin auto inculparos por lo que estáis haciendo, así que solo me
resta decir.
Espabilad, tenéis vuestra madre
tierra que os ofrece todo, pero que lo despreciáis, y no, no hay Planeta “B”,
lo tenéis aquí, el “A” y no sabéis aprovecharlo. Todo lo que os pase, lo
tendréis bien merecido.
Firmado: La Tierra
© Pepe Marín