De todos en notorio y sabido que el día 14 de Febrero es San Valentín, que mire usted por donde, le quitó el puesto a Cupido y se erigió por obra y gracia de la muy leal y Santa Iglesia Católica en estandarte de la cursileria y mojigatería unidas en un solo verbo.
No podían soportar que el insigne Querubín de rizos de oro, medio desnudo y armado de arco y flechas, fuese el mentor de todos los enamorados, y prestos al quite, nos “endilgaron” al famosisimo San Valentín, con su larga y canosa barba, ataviado con túnica -como merecía la ocasión- para decirnos que este si, este si es el verdadero Patrono de los enamorados.
Hay quien dice que hubo contubernio aquí en España, se rumoreaba que tras largas y afanosas charlas, Galerías Preciados, en el año del Señor de 1959, presidido por su fundador Pepín Fernández, fue quien financio la operación haciendo de sponsor de la famosa película El día de los enamorados, protagonizada por Concha Velasco y Toni Leblanc, e introduciendo una tradición anglosajona en nuestras españolizadas vidas, adivinamos todos -de rumor o verdad se trate- que sabían muy bien lo que se hacían, a la larga les reportaría pingües beneficios, como se ha demostrado a lo largo de muchos años.
No podían soportar que el insigne Querubín de rizos de oro, medio desnudo y armado de arco y flechas, fuese el mentor de todos los enamorados, y prestos al quite, nos “endilgaron” al famosisimo San Valentín, con su larga y canosa barba, ataviado con túnica -como merecía la ocasión- para decirnos que este si, este si es el verdadero Patrono de los enamorados.
Hay quien dice que hubo contubernio aquí en España, se rumoreaba que tras largas y afanosas charlas, Galerías Preciados, en el año del Señor de 1959, presidido por su fundador Pepín Fernández, fue quien financio la operación haciendo de sponsor de la famosa película El día de los enamorados, protagonizada por Concha Velasco y Toni Leblanc, e introduciendo una tradición anglosajona en nuestras españolizadas vidas, adivinamos todos -de rumor o verdad se trate- que sabían muy bien lo que se hacían, a la larga les reportaría pingües beneficios, como se ha demostrado a lo largo de muchos años.
Si alguien es remiso en entender lo que expongo, someramente, y a modo de “culturilla” les diré que: La tradición e historia cuenta que Grecia, en tiempos anteriores a la era Cristiana, ya tenían como Dios del Amor a Eros, y que en su versión Romana trascendió al aludido Cupido.
Y como tantas historias, leyendas o mitologías, fueron paulatinamente adoptadas por la Iglesia Católica y adaptadas a sus intereses, aunque en 1969 intentaron quitarlo por razones un tanto oscuras en torno al venerado Santo, ya que muchos fueron los que alzaron voces en contra de su hipotética castidad, y en algunos casos, hasta de si realmente existió.
Para no tener que litigar, y de paso someter a sus mas leales acólitos a estos días “especiales” en la cultura del pueblo, lo dejaron pasar y bendecirlo, con el unánime aplauso de grandes almacenes y algún que otro joyero.
Y como tantas historias, leyendas o mitologías, fueron paulatinamente adoptadas por la Iglesia Católica y adaptadas a sus intereses, aunque en 1969 intentaron quitarlo por razones un tanto oscuras en torno al venerado Santo, ya que muchos fueron los que alzaron voces en contra de su hipotética castidad, y en algunos casos, hasta de si realmente existió.
Para no tener que litigar, y de paso someter a sus mas leales acólitos a estos días “especiales” en la cultura del pueblo, lo dejaron pasar y bendecirlo, con el unánime aplauso de grandes almacenes y algún que otro joyero.
Dicho lo expuesto, y sin ánimo de exaltar a ningún creyente, me parece bien que se celebre un día de los enamorados, pero soy de la opinión de que, (al menos yo, e imagino que somos legión) no necesitan de ningún día concreto en el calendario para demostrar a la persona que se ama, que tiene que llegar un "día especial” para demostrárselo.
La vida en pareja es algo mas que un "día especial”, eso solo se consigue con el día a día, los que así pensamos lo sabemos perfectamente, que días de los enamorados, lo pueden ser todos los días del año.
Pero como lo cortés no quita lo valiente, y cuando mi menguado bolsillo tiene a bien encontrar unas cuantas monedas de curso legal, pasarme por la floristería y comprar un fresco y radiante ramo de rosas, con el fin de ofrecérselo a la persona que camina a mi lado.
Con este gesto no intento hacerle creer que solo y exclusivamente es un día especial para los dos, que cualquier día en que pueda recrearme mirando en el fondo de sus ojos, me demuestran que todo el cariño que vierte hacia mi, -que ni se puede medir, ni se puede pesar-, tienen la virtud de hacerme entender que no es necesario que le exprese con palabras melifluas el amor que siento por ella y ella siente por mi.
Y llegado a este punto recapacito y pienso, no solo se merece un ramo de rosas efímeras, sino todo el cariño que pueda darle mientras Dios quiera que podamos estar juntos, espero y deseo sean muchos años.
Ahora, y en cualquier día del año, y por si no fuese de conocimiento general, expongo aquí públicamente que: Amo a esta persona por encima de cualquier cosa, y que no dudaría en dar mi vida para que ella se sintiese bien.
Dedicado a mi esposa, amiga y compañera de mil y una batallas.