jueves, 17 de marzo de 2022

 






Querida madre: Hoy, 18 de Marzo, hace dos años que nos dejaste, preferiste estar en el cielo junto a tus seres queridos, (que también son los nuestros)

Solo quiero dedicarte estas escuetas y humildes palabras: Sin ti, yo no existiría, la mujer tiene esa gran virtud, la de proporcionar vida, y eso jamás lo olvidaré.

Tuviste gran personalidad, los que entonces llamaban genio, pero eso es lo que hizo que, una vez que tú querido marido y mi padre nos abandonó, supiste sacar y solventar todas las vicisitudes que la vida nos iba poniendo.

Tuvimos nuestros encontronazos, (a que negarlo) pero eso no es óbice para que te esté eternamente agradecido por darme la vida.

Deseo muy fervientemente que estés al lado de tus seres queridos. Para mí, (al igual que otros familiares) jamás te has ido, te sigo llevando en el corazón, y espero y deseo que, al igual que me pasó con los demás que anteriormente nos dejaron, jamás te alejes de mí.

Un beso hacia las estrellas que te alumbran, y como tú me decías siempre cariñosamente.

Un beso de tu “Pepuchi”

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